Muchachos, hoy he conocido la subida de "Moscadoiro".
Como dice Jesulín, sencillamente, y en dos palabras, IMPRE-SIONANTE.
Son unos 6,5 kilómetros que, como avanzan en la presentación del trazado del desafío, no se nos van a olvidar en la puñetera vida. Hacía tiempo que no me comía un chorizo como este.
Arranca la cosa, en Fresneda, con unos dos primeros kilómetros, como para subir a unos 10/11 km/h, con piso de piedra gruesa... una pista que promete ser bonita. Sigue con una zona de un kilómetro del mismo piso, pero que ya se pone pesadita, como para ir a 9 km/h. De golpe, aparece la grava, y piensas: bien, preludio de mejora... que te crees tú eso, te vas a enterar nene... es una trampa para osos pardos, porque lo que pasa realmente es que va subiendo la pendiente, y tú vas bajando hierros, de tal guisa que por el velocímetro van pasando los 8 km/h... los 7 km/h... y los acojonantes 6 km/h... y así 2 kilómetros a-b-s-o-l-u-t-a-m-e-n-t-e interminables. Cuando ya estás pensando que lo siguiente es encontrarte una rampa equivalente a una escalera de mano, y justificar el darte la vuelta, das una curva y la cosa se relaja... hombre, gracias a Dios... bien, los 11/12 km/h... y piensas: debo de estar llegando a la braña, detrás de la curva... seguro... y das la curva... y Santo Dios, pero ¿esto qué es?... un último kilómetro de pista-piedra-campo-compresor y martillo.
Preciosa, es la 1812 de Tchaikovsky en pista de montaña, apoteósica, para melómanos de la bicicleta, poesía pura.
Y como remate final, llegas a un punto en el que giras una curva y... anda, si no hay salida... salvo andando campo través. He gravado un pequeño vídeo, que no sé si sabré colocar, pero que es lo que te encuentras al llegar a la cumbre.
Voy viendo que lo de los diezmil del Soplao se va a quedar en charlotada al lado de esto.
Por Dios, que no llueva...