Últimos entrenamientos

Mocetones, los últimos entrenamientos están siendo espectaculares. Me explico. El jueves y el viernes de embajada en Lisboa, al partido del Atletic-Sporting (¡que desastre!, menos mal que está la vuelta esta semana que viene), con un entrenamiento basado en el levantamiento muy intenso de vidrio (actualmente plástico) en barra fija. Por cierto, que la barra está fija sólo al principio, ya que se va poniendo móvil sobre la marcha, debido a que las cosas fijas tienden a moverse cuanto más entrenas esta disciplina. De la alimentación, ¿qué decir?, realmente equilibrada, con abundancia de perritos calientes, hamburguesas, y otros buenos productos de muy difícil identificación. Menos mal que me tomé dos geles, entre levantamiento y levantamiento, sobre las 2 y las 4 de la mañana, siempre en hora local, que me ayudaron a entrar en el hotel, en una condición más que razonable, al final de los duros entrenos. En resumen: muy buen entrenamiento de halterofilia, muy muy buena hidratación, y un muy buen balance energético.

Hoy, a pesar del día asqueroso que hace, me propuse a primera hora de la mañana el salir a rodar, fuese como fuese. El resumen de la jornada ha resultado ser una fastuosa mojadura, llegando en los momentos finales a resultar ciertamente empachante; una productiva y elegante profusión de juramentos, algunos verdaderamente novedosos, muy imaginativos; y un entrenamiento que podría equivaler, en watios/hora, a la energía desarrollada por una hormiga que corre en línea recta durante el bostezo de una musaraña. En términos físicos, sería: W=Pxt, o sea, Trabajo = potencia de una hormiga corriendo en línea recta (en caballos de vapor) x duración del bostezo de una musaraña (en horas). Esta resultante luego hay que pasarla a millonésima de watio x hora para poder ver algo.

Esta tarde aprovecharé para hacer algo de aerobic.

A ver que tal se nos da mañana.